March 19, 2024

La reseña OBJETIVA de “Legendaddy”

¡Tú sabes que yo hago falta!

¡Saludos, sobrinitos! Una vez más vuelve su reggaetonólogo favorito para traerles a ustedes el verdadero análisis. Aquí no se lo lactamos a ningún artista porque noJotros sí sabemos del género.

Antes de comenzar con el ‘review’, hay que estar claros con Daddy Yankee: te guste su música o no, el tipo ha tenido una carrera súper cabrona. Tener más de 30 años en la industria musical -superando hasta la expectativa de vida de un títere en el caserío- y mantenerse en el tope no es cáscara ‘e coco. Desde que soy chamaquito he estado escuchando la música de Yankee, pa’ aquellos tiempos donde le robaba todas las melodías a exponentes jamaiquinos y las modelos de los vídeos parecía que tenían un vicio de crack.

He visto cada una de sus fases: desde los tiempos de Playe, la época con Nicky, la agitaera de toalla en el season de “Más flow”, la llegada de Barrio Fino hasta ver el artista en que se convirtió. Ramón Luis trascendió cada generación del género, se convirtió en la cara del reggaetón y lo más cabrón: nunca descansó sobre su talento, sino que hizo su carrera a base de una estricta disciplina que lo llevó a tener ese sitial. Como trabajador fajón, Yankee es digno de admiración; como artista… pues eso es tema pa’ otro día, papeh.

Pero esto no es una biografía del señor Ayala, aquí venimos a hablar del disco de este caballero de pollina limitada. “Legendaddy” es el último álbum de estudio de Daddy Yankee, y yo no sé si ustedes tenían las expectativas altas, pero yo las tenía allá arriba por la puñeta. No vamos a tratar a Daddy con pena, él siempre exigió excelencia y la vara para medirlo siempre será alta; Yankee es un estudiante de la Sociedad Nacional de Honor del Reggaetón, no un loquito de Título I. Vamos, pues, a eso que ustedes pedían a gritos: la reseña OBJETIVA de “Legendaddy”.

Legendaddy: el intro es con Michael Buffer, pues Daddy Yankee es de la Generación X y estos piensan que el presentador es la mejor voz de todos los tiempos. Si tú quieres ver un cuarentón emocionado, ponle a Michael Buffer. El ‘track’ no dura ni un minuto, pero puedes darle skip y no pasa nada.

Campeón: este tema es como una versión sin gracia de “Limbo” o puede pasar como una parodia de dembow dominicano. Al final Yankee dice que es “una máquina de flow” dejando ver que solo se rodea de “yes men”, pues todos sabemos que lleva usando únicamente tres estilos desde el 2012: el tropicaloso, el de “Dura” y el que usó en esta canción con las trompetas de fondo. Dale skip.

Remix: ‘perate, ahora sí que Yankee apretó. “El boss del Restylane” le hizo una oda a las mujeres operadas, esas que hacen un préstamo al 42% de interés para hacerse un culo que nunca ‘matchea’ con los muslos. Sin duda alguna, Yankee se la jugó inteligente aquí, ya que esta canción va a prender la disco cuando todas esas hembras muevan sus nalgas hechas en Colombia. La pista está cabrona y el video debería hacerlo con su nuera Andrea.

Pasatiempo: yo no sé ustedes, pero ya yo escucho la voz de Myke Towers y quiero darle skip pa’l carajo. El chamaco es talentoso, pero esa saturación que tuvo en los pasados años cantando con cualquier baladista apaga’o, lo jodió bastante. Vuelve al rap, Myke. Este tema es un skip, y es tan ‘meh’ que fue una pérdida de tiempo.

Rumbatón: la canción comienza con una peste de “Lo que pasó, pasó” y no tiene intenciones de mejorar, hasta que en el coro se escuchan unas palabras conocidas… rápidamente pensé que saldría Periquito de Trebol Clan y la canción daría un giro a un perreo pa’ los tiempos de DJ Joe, pero eso nunca pasó. Hay que destacar que en esa canción colaboraron OCHO escritores. ¡Cómo le gusta botar chavos a Yankee!

X última vez: ok, yo sé que la mayoría de la gente no es imparcial cuando se trata de Bad Bunny y no voy a entrar a discutir eso; ahora, solo quiero que piensen en este pequeñísimo detalle: se juntan las figuras máximas del reggaetón en un ÚLTIMO tema… y deciden hacer la cosa más repetitiva y monótona posible. Bad Bunny tiene que superar ya la temática de “la muchacha con la que se volvió a encontrar después de mucho tiempo”, el cabrón en tres años ha hecho más reencuentros que los doños de Menudo. Aquí tuvimos un breve ‘cringe’ cuando Yankee dice “tú estás fría como Denver porque extrañas a Carmelo” y ahí mismo tuve que darle skip pa’l carajo.

Para siempre: rápido que escuché la voz del T Pain latino lo dejé porque -al igual que ustedes- me gusta corear “e’te eh Seeeech”. Es una canción monguita, de esas que uno pone cuando saca a la suegra a pasear. Yankee pudo hacer un despecho perreable con Zion y Lennox como en “Tu príncipe”, pero no: decidió zumbar una lloraera aburrida. ¿Saben qué es lo más que me encojona? Que Yankee gritó “¡ataca, Sech!” y el cabrón nunca dijo “e’te eh Seeeech”.

Uno quita’o y otro puesto: ¡Aquí fue!¡Se prendió esta mierda! No hay nada que prenda lo malo en nosotros como escuchar tiros en una canción de reggaetón. En esta rola Yankee sacó el orgullo a pasear como debe ser. Uno hasta se siente millonario y poderoso escuchando este tema en un Yaris. Muy bien, Ramón.

Truquito-skit: al escuchar la voz de Frankie Ruiz, me dio hasta dolor de pecho de la emoción. Solo Dios sabe cuán fan yo soy de Frankie. En el mundo del reggaetón han perdido la oportunidad de usar sampleos y voces de la salsa, solo Eddie Dee se atrevió a hacer algo bien cabrón en “Quiero” en “El terrorista de la lírica” donde hizo un featuring con el difunto Frankie. Pensé que Yankee venía por esa línea para el tema próximo a este skit… pero obviamente no fue así.

El abusador del abusador: otra vez empezó éste con el reguero de trompetas. Este tema tenía potencial porque es de roncaera, pero Yankee siempre encuentra la forma de meterle algún ritmo tropicaloso solo pa’ joder. Lo único bueno del tema es que le contesta a Don Omar una tiraera de hace 16 años, demostrando que Ramón es más rencoroso que Adamari López con Luis Fonsi.

Enchuletiao: no está mala, pero es la versión aburrida de “Hoy cobré” de Bad Bunny. En este tema Yankee nos vuelve a recordar que él es millonario y nosotros somos unos pobres de mierda. La roncaera de “Uno quita’o y otro puesto” me gustó, pero dos corridas son demasiado para nuestra humilde condición de tener la cuenta de banco limitada. No es una buena rola para escuchar después de pagar la luz o echar gasolina.

Estos featuring de este tracklist falso están más duros, papeh

Agua: yo solo tengo que escuchar los afeminados gemidos de Rauw Alejandro y ya le quiero dar skip pa’l carajo. De hecho, una vez escuché tres canciones corridas de Rauw y llamé a mi esposa para decirle que oficialmente me sentía una mujer trans. En esta canción, la versión del Chris Brown sin gracia vino con sus ritmos que solo pueden ser disfrutados si eres una criatura que menstrua, pues la música de Rauw es como el Vagisil: hecha solo para mujeres. Dale skip, especialmente si estás con los panas en modo de titeraje.

Zona del perreo: esta canción vale la pena, y es Yankee el que menos lució. Natti y la otra muchacha -que no es Karol G- cargaron la canción; es más, deberían hacer el remix, pero sin Yankee. Obviamente, dije que esta canción estaba buena porque aún tengo esperanzas de que Raphy Pina me invite a dar una trilla en la lancha. No, pero en serio, está buena. ¡‘Eguuuuuuro!

Hot: ‘pérate, papeh… ¿ese es Pitbull? Dale skip pa’l carajo. Esto no es el fucking 2011.

La ola: otro tema tipo “El pony”, donde Yankee le pide a la mujer que se monte en algo. Es una canción es ideal para ponerla mientras planchas la ropa pa’l jangueo.
Bombón: Dale skip.

El rey de lo imperfecto: ¡Skiiiiiiiiiiiip!

Impares: esta canción hace lucir a “Sincero” de Don Omar como una obra maestra. Dale skip.

Bloke: no quería darle skip a esta canción por ser la última de su último disco… pero en verdad pagué el precio por escuchar soberana plasta. Siete escritores para una canción malísima que no dura ni tres minutos… ¡así se despide el máximo exponente! Seamos sinceros: esto merece que Residente le haga una tiraera por chapucero.

Corillo, yo tenía una paja bien cabrona de un último disco de Yankee:

-Un intro bien roncón hablando de sus inicios y su trayectoria.

-Desde el ‘track’ #2 hasta el penúltimo que fuera flow underground -cuando las canciones no paraban-, con mucha sandunga y con diferentes exponentes claves de la vieja hasta la nueva. Creo que hubiese cerrado su ciclo de forma perfecta. Obviamente, hubiese puesto una canción con Nicky, y también algo de Glory por los coros.

-Un ‘track’ pa’ la jefa Mireddys, no solo porque ella lo merece, sino que nunca hemos visto un lado sentimental de DY. No me digan que tiene palos románticos porque la letra de Yankee siempre ha sido más fría que el corazón de Kobbo Santarrosa. 

-Un último ‘track’ zumbando fuego con su enemigo Don. #LosInsoportables

-Un rap bien personal, que por una vez le mostrara al público que no es Robocop, sino un chamaco que vino de cero y se hizo solito.

Conclusión: no es el peor de los discos de Yankee, pero pa’ ser el último, es un disco promedio. Se fue por la línea comercial, no se tomó el riesgo de hacer algo conceptual, ni siquiera en su ‘fucking’ disco final. Escogió a Myke, Rauw, Bad y otros pa’ los algoritmos de los Spotify y los YouTube, pero en mi opinión se quedó corto. Este disco te deja con una impresión: “no es malo ni bueno”, pero siendo Yankee uno exige más por ser el líder.

Le doy 💊💊💊 y eso en cualquier liga es promedio poco sobresaliente. Se retiró el “Michael Jordan del género”, pero fue tan poco memorable como el último tiro del ‘Black Jesus’ con los Wizards: desde el tiro libre.

¡Cambio y fuera! 🦍

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