November 11, 2024

El Privilegio de Ser El Princi

Son incontables las historias de superación en las que jóvenes escapan de la violencia y pobreza que hay en las comunidades más necesitadas del país. Desde los tiempos de René Marqués con su obra “La Carreta”, vemos las ansias del puertorriqueño por superarse y mejorar su calidad de vida. Todos conocemos las letras del “Lamento Boricano”; ese jíbaro que iba a la ciudad, al progreso, en busca del pesito. Estas nuevas generaciones han crecido con obras como “Por Amor en el Caserío”, una rendición criolla de Romeo y Julieta, donde la paz, el futuro y el amor solo lo pueden encontrar mejorando su entorno y escapando del ciclo vicioso que son las drogas y la violencia. El progreso está fuera de ese el mundo alterno que llaman “La Calle”.

¿Pero y qué de aquellos que han luchado con todas sus fuerzas para ser abrazados por La Calle? ¿Qué pasa con esos que a conciencia quieren vivir con el problemón de tener que llevar “la ética y las reglas” de La Callosa? En ese espacio es que entra nuestro protagonista, “El Coco Liso de Humacao”, el Señorito José Cosculluela.

Sus PRINCIpios

José Fernando Cosculluela Suárez, conocido como “El Blanco Perla” por sus lágrimas parecidas al semen, nació el 15 de Octubre de 1980 en una cuna de oro en Palmas del Mar, Humacao. Desde muy niño, el pequeño José envidiaba a esos niños mugrosos que veía con tenis sucios y ropa de segunda mano. En mas de una ocasión le pidió a la sirvienta que, en vez de lavarle la ropa, se la llevara para su hogar en aquel lugar que llaman “la pobreza”, y la trajera a la semana para oler a mocos y culo como los niños que veía jugando en el parque pero con los que no se le permitía interactuar. Hay una leyenda urbana que dice que la primera transacción ilegal de José fue a los seis años, cuando a través del portón de su colegio privado cambio sus exclusivos zapatos de “Pimpolín” por uno tennis de segunda mano comprados en Me $alvé.

Un Joven Cosculluela con frondosa cabellera la cual odiaba. El queria ser calvo y malo como Cholón el del Gran Bejuco
Un Joven Cosculluela con una frondosa cabellera la cual odiaba. El queria ser calvo y calle como Cholón el del Gran Bejuco

El pequeño José no entendía qué tenía de bueno tenerlo todo de manera pacífica. Desde pequeño buscaba peleas con todos los niños del colegio, a quienes atacaba con todas las fuerzas de su cara en los puños de sus contrincantes.

A él le gustaba la buena vida, pero resentía que lo vieran como un “nene de colegio”. No le agrada que la narrativa de su vida fuera la de un muchacho con todas las de triunfar. El quería la vida de “Underdog”, así que miró hacia el deporte, y practicó los dos deportes menos calle que puedan existir: Golf y Tennis. José tenía un don innato para estos juegos, tanto así que representó a su escuela en torneos regionales de golf y tenis. (¿Y cuantas escuelas y regiones tiene torneos de fuckin’ Golf y Tenis? San Antonio Abad en Humacao y otros colegios igual de comemierda que ese; la región de Camuy no tiene ni Liga Atletica Policiaca, mucho menos torneos de golf.) José estaba destruido. Le hubiese gustado participar de deportes como el baloncesto pero su cutis no soportaba el contacto hombre a hombre y sus manitas de niña frágil no le permitían hacerle swing al bate de beisbol.

José estaba a punto de rendirse y aceptar una vida llena de lujos y comodidades sin dolores de cabeza, cuando escuchó unas palabras que cambiaron su vida para siempre:

“¿Dónde están, los que hablan de mí? ¿Dónde están, por el techo van a salir?”

-Big Boy

Esas palabras dieron en el centro de su corazón. Su espíritu combativo sabía que habían enemigos ocultos. Buscó quién era el genio detrás de esas profundas letras: Big Boy. Fue con su chofer a la tienda de discos más cercana y allí encontró el cassette con la imagen de quien estaba viviendo la vida que él soñaba para sí. Fue a La Gran Vía y pataleó para que le compraran ropa FUBU. Se miró al espejo y se veía tan imponente como Big Boy. Solo necesitaba imitar su poderosa voz y el éxito llegaría por su cuenta.

Comenzó a grabar mixtapes con su hermano en un lujoso estudio, pero José sabía que esa no era la manera de ganarse el cariño de la calle. Un día mientras estudiaba, conoció a Muecaldo Figueroa, conocido hoy día por todos como MueKa. Muecaldo no solo rapeaba, sino que escribía, hacia pistas y producía música; tres cosas más que José (para aquellos que llevan cuenta). José y MueKa grabaron sus primeras canciones en un closet, lugar del cual nuestro protagonista nunca salió.

José, conocido como “Elmer Fudd” en el club de tiros de Humacao, comenzó a sentir el respaldo de la calle cuando el fenecido productor Buddha escuchó sus rimas y lo invitó a participar de un disco tributo a Tempo. Sin embargo, para ganarse ese espacio, tenía que demostrar que era “calle” y hacerle un peligroso encargo: debía servir de mula y traerle tres tripletas de Falo sin que le cayera ketchup a las servilletas. Lleno de valor, José trajo intactas las tripletas, y para demostrar que él era más calle que los demás, le trajo también una combinación de costillas de Confianza China. El resto es historia.

José, ahora conocido como Cosculluela, comenzó a subir en el mundo del reggaeton, y con ello en el bajo mundo. José pasaba incontables horas viendo Scarface, Goodfellas y cualquier película de drogas y mafiosos para internalizarlas y ser “calle”. Mientras mas veces mencionaba rifles y pistolas, mientras más atravesa’o miraba a las cámaras, más under se sentía, y con ello la adulación de la gente que con sus acciones dañan al país. José lo había logrado: oficialmente era un Culo de Persona.

El PRINCIpe

En el 2009 llega su disco más importante y el único que ha valido tres centavos: El Príncipe. Ya le había hecho homenaje a Big Boy con su voz varonil, ahora le haría un homenaje secreto a su otro ídolo: Boy George. Muy pocas personas lo saben, pero el primer perro Rottweiler de nuestro querido Gasparín se llamó Big Boy George, en honor a sus dos ídolos.

Big Boy George
Big Boy George

Nuestra corresponsal Giupuyola hizo una recopilación de todos esos “easter eggs” o “homenajes silentes” que le ha hecho El One Punch Man de Palmas del Mar a su ídolo británico:

Mantenerse en el tope de las listas de popularidad es difícil, y entre problemas maritales y canciones porquerías, Huevín veía como caía al trasero de las listas. No ayudó en nada la misteriosa muerte de Lele. Sin embargo, había algo que hacía muy bien: la tiraera. Ya había librado una ardua y clásica batalla con Ñengo Flow, un tipo que a diferencia suya, nació calle. Esta fue su gran prueba de fuego en la fistina lirical y aunque cogió par de golpes liricales, salió bien parao’.

Con la ayuda de sus promotores, fueron buscandole chatas como a un boxeador al que se le infla el record. Sus punchlines fueron aceptados por el público y Coscu ganó con sus letras todas las batallas (Farruko, Young Hollywood, etc.), excepto dos: una con Arcángel que la tuvo que ganar dándole un bofetón, y otra con Willie de Cultura Profética. Esos cinco mil dólares que no le pagó al rastafari le han amargado la hiel a Cosculluela, quien recibió la barrida más asquerosa que se le ha dado a un rapero en esta isla olvidada por Dios, y al son de reggae, pa’ acabar de joder. Por suerte para la versión great value del Calvito de Brazzers, esta canción no es conocida por la mayoría de los que lo siguen.

Entonces llegó su transformación a Santa Cos. Cosculluela ya había notado antes que todos que el Tempo que salió de la cárcel no era el mismo de antes de hacer once años y no chotear. Le tiró la carnada y Tempo, que ha demostrado que no tiene mucha materia gris, cayó en el pescaito. En una canción llamada Santa Cos le desgarró las estrías del ano lirical al de Lirios del Sur. Fue una de las batallas mas “one sided” en la música, solo superada cuando Residente le dio pa’ aquí y pa’ llevar a la misma víctima: Tempo.

Si esta pelea fue satisfactoria para La Minga del Rap, en la proxíma le fue mejor. Contra Anuel AA demostró sus dotes para casi destruir por completo a sus enemigos . Anuel AA está cortado con la misma tijera que Coscu, dos riquitos jugando a maleantes, y Coscu sabiendo que ambos son igual de brutos, se aprovechó de la animalada de Anuel al tirarle. Anuel, que acababa de salir de preso, empezó a cantar con líricas que estarían bien en los noventa: llenas de homofobia y misoginia. En estos tiempos “woke”, le cayeron arriba como el que apaga fuego, y Anuel que había pasado toda su carrera en la oscuridad del trap donde nadie lo escuchaba ni le importaba las asquerosidades que decía, ahora tenía a todo Puerto Rico mirándolo feo. Cosculluela tiró Santa Cos 2, donde básicamente le daba tres nalgadas a Anuel por haberse burlado de La Taina y por hablar mal de los gays. Realmente Anuel fue la pelea más fácil en la carrera de Coscu porque Anuel no tiene letras. Es un misterio como ese cabrón le gusta a tanta gente. Anuel perdió hasta su concierto, y para rematarlo, Cosculluela salió de la nada con el suyo, el cual fue un éxito rotundo.

Cosculluela pensó que con eso su carrera despuntaría nuevamente, pero no fue así. Su nombre solo se escuchaba si estaba ligado al de otro rapero en alguna batalla por quien tiene el bicho lirical más grande. Ninguna de sus canciones, ni siquiera una romántica balada inspirada en el amor por su más reciente esposa, hizo mella en el gusto popular. Cosculluela jugueteó con tirarle a su ex amigo Kendo Kaponi, pero entendía que esto solo le traería popularidad pasajera. Ya había intentado cantar mariachi, tratando una vez mas de ser lo que no es, pero no tuvo el éxito esperado.

En el trayecto y en medio de la controversia de Black Lives Matter, decidió grabar un video diciendo que los negros de Puerto Rico no son negros, sino que son “prietos” porque los negros son los que vienen de Africa. A Cosculluela le enseñaron que los negros de Puerto Rico vienen de Loiza, donde los pintan a mano. Cosculluela, que de por si suena a una varicela, comenzó a ser utilizado en los círculos médicos como el término para referirse a una nueva enfermedad cognoscitiva. El IPA de Humacao pasquinó los postes con pancartas que decían: “Piensa, no esperes a que te ataque la cosculluela cerebral”. Después de demostrar que por más calle que quiera ser, siempre va a ser una persona de loza con un privilegio blanco de siete pares de cojones, El Tio Fester del Rap necesitaba hacer algo grande, y eso fue lo que hizo en la noche del 10 de julio de 2020.

Encojonaito’ como cuando en la cancha de basket del barrio escogen a los cinco que van a jugar y a ti te dejan fuera, Cosculluela empezó a tirar pestes desde los bleachers. Sin nadie preguntarle, dijo que se ganaba rapeando a los cinco que lo habían dejado en la banqueta, y los escupia muertos como las putas a los bichos.

El primero de los que “escupía muerto” es Anuel, al cual ya le había comido el joyete. DraCulito no entiende porqué Anuel es más popular que él (yo tampoco) si no tiene talento y según su lógica, el lo venció. Lo que Coscu no entiende es que hablar de culos y chochas apela a un publico mayor que creerse un matón. Anuel ya lo entendió y Cosculluela en 15 años de carrera no lo capta.

La Catrina del Trap
La Catrina del Reggaeton

El segundo con el que quiere guerrear es con El Dominio. ¿Por qué el Dominio está en esta conversación? Nadie sabe. Este muchacho está en la misma liga de Anuel, no en ventas o popularidad, sino en talento. Bueno, Dominio tiene mejores canciones que Anuel. Coscu ya había tenido un problema con La Catrina del Reggaeton en Washington, y si se quieren enterar del bochinche vean la entrevista que el primo de Jon Z le dio a Chente Ydrach. El Dominio debe estar feliz, es la primera vez que alguien conocido lo menciona en una tiraera. A mi no me cabe duda que Coscu se lo debe ganar, pero vean cuan bajo ha llegado Coscu pa’ tirarle a El Dominio. Sin embargo, Ele A tiene algo que Coscu siempre envidiará: ese cabrón es de La Calle.

El tercero que menciona es Kendo, y eso es ya una tragicomedia. Estos dos payasos llevan tirandose y dandose besos desde antes que Kendo fuera preso. La pelea empezó por cual calva parecía más la cabeza de un bicho. Dicen que Kendo le escribía a Coscu, por lo que si se tiran, los trapitos que van a salir a la luz van estar cheveres. Entre El Demonio de La Tinta y El Calvo de la Micropigmentación es difícil escoger, pero sabemos que va a ser como una pelea de viejas bochincheras donde ninguno gana y nosotros nos reimos.

Al cuarto que le tiró fue a El Maximo Lider, Al Mejor de Todos Los Tiempos, Al Movimiento, Al Winchesta, Al de La Combi Completa, Al Caldo de La Olla, Al Jefe, Al Cangri, Al de Los Escapularios, a nada más y nada menos que a Daddy Yankee. Aquí es que vemos cuán asfixiaito está Cosculluela. Cuando sacó el disco Blanco Perla, ¿con quién fue el primer single? Exacto: Con Ramón Ayala. Ahora viene a tirarle, porque es de la única manera que puede enganchar una escalera y tratar de llegar allá arriba. Además, DY es todo lo contrario a Coscu. Es un tipo que nació y salió del Barrio Fino, pero que no olvida sus raices en él. Coscu no nació en el barrio y lo único que quiere es entrar a él. Mas vale que Coscu haga magia, porque tirarle a Yankee es ostracismo reggaetonero. Nadie se te va a querer pegar si eso significa que no tendrán oportunidad de grabar con el Midas del Reggaeton.

Por último está Residente. Llevamos esperando esta pelea más de lo que esperamos por Mayweather y Pacquiao. Esto empezó en una discoteca en Miami y se la han pasado tirándose puyas como dos boxeadores tanteando en el primer round. Ahora que ambos están en sus cuarentas, esperemos que no resulte igual de mierda. René, que en sus últimas canciones nos ha dejado ver que está pasando por la crisis de la edad media, hablando de bellaqueras o llorando por la juventud perdida, es el cuco de todos los reggaetoneros de este país olvidado por Dios. Las razones son obvias, tiene más letra y punchline que casi todos, y porque ninguno entiende lo que dice cuando les habla de la sociedad más allá del bajo mundo. Si Cosculluela hasta los otros días pensaba que los negros de Puerto Rico no venían de Africa, no me quiero imaginar como le va a explotar la cabeza cuando René le de una clase de política, cultura e historia con una pista de TruKo. Sabemos que Cosculluela es bueno en tiraera, pero no tiene nada que buscar. Sin embargo, si no se la juega, corre el riesgo de quedar olvidado. René es un counterpuncher, por lo que es posible que no tire hasta que Coscu lo haga, y dudo que el humacaeño tenga cojones para ello. A lo mejor Cosculluela tiene un poco de honor espartano, y sino vuelve con su escudo de la guerra, significa que vuelve muerto encima de él.

PRINCIpe o PRINCIpito

La version Underground de El Principito
La version Underground de El Principito

El Principito dice que lo escencial es invicible a los ojos. Aparentemente entre toda la opulencia en la que ha vivido Coscu, nunca tuvo acceso a un libro tan básico. Coscu habla de códigos de La Calle, dándole una importancia que no se le debe dar. Claro, nadie quiere un tiro, pero sube a un pedestal reglas marginadas que son las que a la larga joden a gran parte de la sociedad. Reglas de una subcultura por la que hay chamaquitos matándose, drogándose o siendo esclavos de los dogmas que tienen que seguir por su entorno. Habla de que la calle lo enseñó a ser un hombre real, pero un hombre es aquel que cuida de su familia, se gana el pan honradamente y tiene lo suyo. Para ser hombre no hay que ser calle. Habla de que su jefe es Dios, y sabemos que eso es un embuste cabrón porque si de quien habla es de Chú, lo menos que Chú quiere es gente peleando entre sí y fronteando con lo que tienen.

La ética es “un grupo de costumbres y normas que dirigen el comportamiento humano en la sociedad. Es un estudio del bien y el mal, sus relaciones con la moral y el comportamiento humano”. Cosculluela lo menos que tiene es ética. No la puede tener un tipo que de la única forma que sobresale entre los de su entorno es peleando y atacando a los que una vez le dieron la mano; Un tipo que se tira fotos con las mujeres de los demás para joder con la mente del tipo y la reputación de su pareja. Cosculluela no tiene ética, pero si consiguió la etiqueta, la de maleante, aunque sea de cartón. De seguro tiene conexiones en el bajo mundo, pero aunque le pongas lipstick al cerdo, sigue siendo un cerdo. En este caso, Coscu no es mas que un blanco privilegio jugando al maleante, porque si hubiese pasado por la necesidad que otros pasan y terminan transformándose en maleante de verdad, no jodería tanto porque lo reconozcan como tal. La Ética de La Calle al fin y al cabo lo que busca es paz para los que viven del calentón, y eso no se consigue pregonándolo a los cuatro vientos.

Amigos, sean mas como El Principito y menos como El Princi. Mi nombre es Gazoo Starr, besos a los que me recuerdan y flores al que ya me olvidó. Después de esto voy a meterme a un programa federal de cambio de identidad, no sea que un “rottawaila” me trate de morder la yugular.

Como siempre, si eres fanático de Cosculluela y te me quieres cagar en la madre, lo puedes hacer en www.twitter.com/VivaGazoo o www.facebook.com/GazooStrikesBack

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